El caso de Jokin 2004
El caso de Jokin 2004 Jokin Z., de 14 años, cogió su bicicleta en la madrugada del pasado martes y se dirigió a la muralla de Fuenterrabía (Guipúzcoa). Una vez en lo alto, se arrojó al vacío. Su cuerpo no fue encontrado hasta las seis y media de la tarde, cuando un ciudadano alertó a la Policía Local de que había encontrado el cadáver de un muchacho. Pronto fue identificado. Era uno de los dos hijos de una familia muy conocida en el pueblo, originaria de la comarca de Irún. El caso no habría trascendido fuera de la localidad guipuzcoana de no ser porque Mónica C. Belaza, allegada a la familia del menor, envió una carta al director al diario «El País», publicada ayer, para denunciar por qué un muchacho de esa edad «decidió que la paz eterna era mejor que el infierno cotidiano». Y la razón era, por simple, estremecedora: no podía soportar las continuas palizas que recibía por parte de un g...